Los mismos actuaban en zonas de Capital Federal y el Conurbano.
La investigación demandó dos meses de trabajo, incluyendo filmaciones, fotografías, análisis de modus operandi, desarrollo de análisis telemétricos, testimonios, entre otros.
La organización delictiva, conformada por ciudadanos chinos y argentinos, extorsionaba a comerciantes de origen oriental, a quienes mediante cartas escritas en “Chino Mandarín”, exigían dinero para no atentar contra sus familias.
Tras la investigación, en horas de la madrugada se detuvo a cuatro personas cuando entregaban una de las cartas extorsivas. A su vez, se incautaron, más escritos, celulares, drogas y otros elementos de valor para la causa.
Se investiga la participación de los detenidos en distintos delitos contra la propiedad y las personas, perpetrados en perjuicio de integrantes de la comunidad.