Un suboficial del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) quedó detenido en las últimas horas en San Isidro acusado de extorsionar a un sujeto que había estado detenido en una causa por drogas, ya que le pedía dinero porque alegaba que había recuperado la libertad tras una gestión suya. En tanto, Asuntos Internos del Ministerio de Justicia dispuso su disponibilidad preventiva.
Se trata de un sargento ayudante de 50 años, con 17 de antigüedad en la fuerza, quien cumplía tareas en la Alcaldía de los Tribunales de esta ciudad del norte del conurbano. Desde el inicio de dicha denuncia, en tanto, trabajaron en conjunto el procurador general de la Provincia, Julio Conte Grand y los ministros Cristian Ritondo y Gustavo Ferrari; quienes apoyaron el trabajo de la Fiscalía General de San Isidro a cargo de John Broyad, y del fiscal a cargo de la investigación, Patricio Ferrari, quien intervino los teléfonos y en aproximadamente 16 horas se esclareció el delito.
El caso comenzó en mayo pasado cuando un individuo de 56 años fue apresado en el marco de una causa por infracción a la ley de drogas, con intervención de la UFI Temática de Estupefacientes descentralizada de San Fernando.
Según lo declarado por el imputado, un día se le acercó el numerario y le planteó cambiar por un abogado conocido para acelerar la causa, incluso mediatizarla, propuesta que fue rechazada.
Días más tarde, volvió en encontrarse con el efectivo y éste le comentó que ya había arreglado su libertad mediante el pago de una suma de dinero, algo que tampoco creyó.
Sin embargo, cuando en junio recuperó la libertad, el suboficial se comunicó telefónicamente con él en varias oportunidades para que le abonara 60 mil pesos, ya que alegaba que había salido de prisión gracias a un arreglo que había hecho con autoridades judiciales.
Como el penitenciario no cesaba de hostigarlo, el hombre realizó una denuncia en la dependencia judicial a cargo de Ferrari; por lo cual se llevaron a cabo diferentes intervenciones de líneas telefónicas.
Luego de varios intercambios de llamados, se pactó la entrega 30 mil pesos en un bar ubicado en la esquina de Ituzaingó y Acassuso de esta ciudad, por lo que detectives de la Policía de la provincia de Buenos Aires pertenecientes a la DDI San Isidro montaron guardia en el lugar.
Una vez que el efectivo penitenciario recibió el pago del dinero, el cual había sido previamente fotocopiado, fue aprehendido y se le incautó una pistola calibre 9 milímetros y un teléfono celular y fue puesto en disponibilidad preventiva por parte de la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Justicia.