El móvil, número de orden 22844, había acudido a una denuncia a una vivienda de 520 y 115, por un supuesto conflicto familiar.
En el lugar, la Policía encontró a un menor de 16 años, que fue señalado como el causante de esa violenta situación. Pero como el primer agente que ingresó al domicilio, con el rango de sargento, no lo pudo controlar, fueron en su apoyo dos compañeros: un oficial y una teniente. Los tres del CP de La Plata.
Atrás había quedado el patrullero, en soledad, con las llaves colocadas. Y esa oportunidad no fue desaprovechada por un delincuente, que se lo llevó a toda velocidad.
La maniobra fue rápidamente descubierta por los efectivos, que pidieron ayuda con sus celulares.
De inmediato, la zona se convirtió en un hervidero.
Vía sistema de rastreo satelital, fueron conociendo hacia dónde fugaba el autor del audaz golpe, que escogió la zona del barrio El Mercadito, más precisamente las calles 515 y 122, para dejarlo abandonado.