Ocurrió en pleno centro de La Plata. Uno de los uniformados es el titular de la comisaría Primera. Al igual que un compañero suyo, recibió piedrazos en la cara estando en el piso. Ambos sufrieron graves lesiones
Nos podrían haber matado. La sacamos barata”, afirmaron los dos policías brutalmente atacados en las últimas horas en pleno centro por una patota de más de setenta personas.
Las lesiones padecidas fueron realmente graves, al extremo de que ambos estarán varios días sin asistir a sus empleos. De hecho, pasaron la noche del jueves y parte de la madrugada de ayer internados, siendo asistidos en todo momento por los profesionales médicos.
Fuentes judiciales le contaron a este medio que el violento episodio se registró cerca de las 20 de anteanoche en 7 y 50. Allí se encontraban varios simpatizantes de Estudiantes, celebrando el 111° aniversario del club. Entre el tumulto, un individuo le robó el celular a otro y salió corriendo. A pocos metros se encontraba parte del operativo policial, que vio el episodio y aprehendió al delincuente tras una breve persecución. Una vez que lo hizo, el resto de los hinchas salieron en su defensa y rescate. A partir de ese momento, todo se complicó.
Batahola, heridos y fuga
Con el ladrón atrapado por dos efectivos, un grupo de simpatizantes comenzó a arrojar piedras contra los uniformados, a la altura del Pasaje Dardo Rocha. Una de ellas impactó en la mano de Diego Galarza, titular de la comisaría Primera. Otra, en cambio, lo hizo en el rostro.
“Lo noqueó y cayó. Perdió la sensibilidad del lado izquierdo de la cara”, sentenció un vocero, quien agregó: “Lo llevaron a Ipensa, donde entró en cirugía porque debieron coserlo por dentro. Se vieron comprometidos los músculos del párpado y le explotó una arteria, por eso perdió tanta sangre. Además, le cortó algunos nervios”.
Pero Galarza no fue el único afectado. Quien estaba con él, el sargento Facundo Hourcade, también recibió piedrazos. Cuando la turba lo tiró al piso, uno de los atacantes “le arrojó un ladrillazo en la cara, que impactó en el pómulo”.
Malheridos, fueron rescatados por una parte de los simpatizantes, que lograron despejar a los salvajes y poner a las víctimas a resguardo, llevándolas a la puerta de la confitería La París.
“Pasaron miedo. Se asustaron, sobre todo después del piedrazo que les tiraron aún estando en el piso. Pensaron que de esa no salían”, aseveró una fuente que tuvo contacto con los damnificados.
“No estaban solamente ellos dos, sino también los jefes policiales. Estaba toda la cúpula. Desde Carlos Gandolfi (encargado del Distrito Centro) hasta Diego Bravo (de la Jefatura Departamental La Plata)”, culminó el informante.
Los agresores lograron darse a la fuga, al igual que el hombre que inició toda la batahola sustrayendo un celular.