Una banda de secuestradores, que entre otros hechos había privado de su libertad a un matrimonio y su nieta cuando salían de un country de Cañuelas, fue desbaratada en las últimas horas en La Matanza luego de casi una veintena de allanamientos realizados por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Se trata de una organización liderada por un sujeto conocido como “Guchi” y que estaba integrada por otros tres hombres y un menor de edad, quienes fueron capturados tras 19 operativos llevados a cabo en las villas San Petersburgo y San Alberto de ese distrito del oeste del conurbano.
Los procedimientos estuvieron a cargo de detectives de la DDI local, quienes secuestraron dos pistolas, una calibre 40 con la numeración suprimida y otra 380; una picana, dos chalecos antibalas similares a los de Policía y Gendarmería, una gorra con la inscripción de la fuerza provincial, conos refractarios, un uniforme completo de una empresa de seguridad privada, precintos y municiones.
Asimismo, los policías incautaron 26 teléfonos celulares, cinco notebooks, una tablet, joyas de oro, un automóvil Citroen DS3, un camión Mercedes Benz, una moto y un cuatriciclo, entre otros elementos de importancia.
Según las pesquisas, la banda realizaba secuestros extorsivos y exprés en varias zonas del Conurbano y se dedicaba a interceptar autos en los que viajaban familias tras simular operativos de control policial.
Una vez que las víctimas paraban su vehículo, los delincuentes trasladaban al conductor del rodado al auto de los ladrones mientras dos de los secuestradores se quedaban con el auto de la familia a la vez que extorsionaban a sus allegados para que consigan el dinero del rescate, generalmente bajas sumas de efectivo para que el hecho no durara más de 5 horas.
Luego los llevaban hasta la casa de «Guchi» -encargado de organizar la inteligencia y logística de los secuestros- donde tenía preparado como aguantadero una casa prefabricada detrás de su propia vivienda con una conexión interna.
Por otro lado, se determinó que el uniforme de seguridad privada hallado en la casa –cuya fachada se encontraba baleada por un ajuste de cuentas entre bandas- era utilizado por los delincuentes para hacer investigaciones previas en countries o edificios de barrios de alto poder adquisitivo. También se supo que en otras oportunidades los secuestros se realizaban después de entraderas.
El principal secuestro que se les imputa ocurrió el 3 de junio pasado luego que los integrantes de esa familia egresaran del barrio «La Martona» de Cañuelas, donde habían participado de una fiesta de cumpleaños.
Tras el pago de un rescate, las víctimas fueron liberadas sanas y salvas en Monte Grande.
Interviene en la causa la Fiscalía Federal N° 2 de Morón.