La PFA desbarató una banda dedicada a la interrupción de embarazos en forma clandestina en la zona de Liniers.
Luego de una investigación, se pudo determinar que la modalidad empleada consistía en la captación de potenciales pacientes mediante publicidad en volantes, entregadas por “promotoras”, que ofrecían consultas médicas ginecológicas a mujeres en estado de gravidez, con intención de interrumpir el embarazo.
Posteriormente, fueron allanados 5 consultorios clandestinos y se detuvo a 20 personas (entre los cuales estaban 2 de los cabecillas de la organización, de nacionalidad peruana), quienes ingresaban la medicación en forma ilegal desde países limítrofes.
Los detenidos se encuentran a disposición del juzgado interventor.