Los delincuentes se movilizaban en un vehículo de alta gama de color claro, e interceptaron a un empresario propietario de un campo de las afueras de la localidad de Open Door, quien que se encontraba junto a dos hijos. Y al menor de ellos lo tomaron por la fuerza, le precintaron las manos, lo cargaron en el auto y se dieron a la fuga privando de la libertad al joven de 20 años.
Un vecino de la localidad de Open Door, propietario de un campo cercano a la intersección del puente de la ruta 6 y 6, tal como se denomina a ese cruce, realizaba tareas de movimientos de rollos de pasto junto a sus dos hijos, el mayor de ellos conducía un tractor y el hijo menor iba con su padre en un moderno camión de gran porte, en el que habían cargado el alimentos para los animales.
Según las fuentes consultadas, alrededor de las 9 de la mañana dos personas saludaron a la pasada y en la tranquera del campo a quien se movilizaba en el tractor, pero cuando el camión se acercó el lugar mostraron armas e hicieron tirar al piso al empresario de apellido “Bibardo” con su hijo, a quien le precintaron las manos y lo cargaron en el auto para darse a la fuga.
En un primer momento “Bibardo” a la vera del camino hacia Manzanares, en las afueras de la localidad de Open Door, a quien le habían quitado su billetera y le habían dejado el celular, NO se había dado cuenta de que se habían llevado a su hijo, por lo que se comunicó telefónicamente con su hijo preguntándole si sabía algo, y allí tomó conocimiento de lo que estaba sucediendo, la familia era víctima de un secuestro extorsivo, el que según los investigadores “fue planificado al detalle”.
Inmediatamente la familia “Bibardo” comenzó a recibir llamadas telefónicas por parte de los secuestradores, en las que se les requería unos “600 mil pesos” por la liberación del joven de 20 años de edad, y fue un familiar quien fue designado por la Policía para mantener un diálogo con los delincuentes que aparentemente se movilizaban rápidamente alejándose del partido de la ciudad de Luján.
Las tratativas fueron mantenidas por horas, con negociaciones con todo tipo de amenazas sobre la integridad física del joven secuestrado. Y, si bien se pedía pruebas de vida en todo momento por parte de la madre del joven, estas no se concretaban, presumiblemente porque los delincuentes que estaban al teléfono NO se encontraban en el mismo lugar que quienes habían privado de la libertad al muchacho opendorense, y en este sentido los investigadores estimaron que “se trataba de dos grupos diferentes”.
En cuanto a la contención que la Policía de la DDI realizó sobre los familiares de la víctima del secuestro, “dejó mucho que desear, porque eran pibas que decían que todo iba a salir bien, y que el Jefe de ellas era el mejor, y cosas así…”. Pero, más allá de las cuestiones que tienen que ver con las apretadas negociaciones, de pronto, en medio de las llamadas realizadas por los delincuentes que habían bajado sus pretensiones a medio millón de pesos, incluso “negociando que busquen dinero para la noche o para el otro día”, se comunicó el joven “Bibardo”, manifestando cerca de las 16.30 que lo habían soltado en la ciudad de San Martín, y ni bien se liberó de los precintos pidió un teléfono en las cercanías del lugar donde intempestivamente lo bajaron del automóvil de alta gama, presumiblemente porque los secuestradores se pusieron nerviosos, quizás por sentir que los estaban siguiendo de cerca o “porque los del auto pensaron de que los estaban mejicaneando y se aseguraron que no los agarraran en un control policial”.
Según diferentes fuentes “el rescate NO se pagó”, pero, este secuestro extorsivo dejó al descubierto una vez más que “Luján es una zona liberada”, por lo que los vecinos de la localidad de Open Door pretenden manifestarse en contra del poder político, puesto que “nadie tiene garantías de que esto no vuelva a suceder, y todos somos potenciales víctimas de un secuestro, porque queda demostrado de que te estudian, y si quieren te llevan, y si se les da la gana aparecés tirado en una zanja, muerto”.