La tranquilidad de la ciudad de Ayacucho se ha visto cercenada en los últimos meses por una sucesión de hechos delictivos, que no sólo han preocupado a las propias víctimas, sino a toda la sociedad. Los damnificados aseguran que existe connivencia entre la cúpula de la policía local y los delincuentes, al tiempo que reclaman que el jefe comunal tome las decisiones necesarias para acabar con este flagelo. A la voz de la familia se sumó el llamado de la oposición que cuestionó duramente las políticas de seguridad del gobierno ayacuchense.
Aunque no se trata de un caso aislado, porque los vecinos ya contabilizan alrededor de diez en el último año, el brutal asalto y golpiza que recibió Saúl Gadea, de 85 años de edad, fue lo que detonó una serie de denuncias y cuestionamientos que promete continuar más allá de fin de año.
Gadea fue tomado por asalto, maniatado y duramente golpeado el pasado 10 de diciembre en su casa, tras llegar del banco a donde había ido junto a una vecina a retirar dinero. Según relató, el anciano terminó hospitalizado con su cara desfigurada. A la denuncia inicial se sumaron cuestionamientos sobre el proceder policial y de la Fiscalía, porque según señala la familia Gadea, los efectivos policiales de Ayacucho conocen quienes fueron los autores de este delito y de otros que se han producido en otras ocasiones.
Este lunes por la mañana, ante la falta de respuestas de la Justicia y un lento, por no decir nulo, avance de la investigación para hallar a los responsables, los hijos de la víctima realizaron una conferencia de prensa para detallar en qué situación se encuentra el caso. En su exposición no dudaron en señalar al intendente Pablo Zubiaurre como el responsable de la inseguridad que está afectando a Ayacucho.
“El culpable y el responsable de nuestra seguridad, es el Intendente que tiene que manejar a (José Luis) Blua (Subcomisario), y a (Roberto) Mattaini”, encargado de la Seguridad en el Municipio, publica Ayacucho al Día
En dialogo con INFOPOLICIALES, Emilio Gadea, el hijo del hombre golpeado sostuvo que no están conformes “con la investigación” y además aseguró que la Justicia no ha tenido en cuenta las pruebas acercadas por ellos, así como distintas líneas de investigación, por ejemplo: el caso de un herido que llegó armado al hospital, en momentos en que Gadea era atendido por sus heridas tras el ataque; los horarios del personal de barrenderos, que habrían hecho sus tareas en horas no habituales; el robo y la destrucción de cámaras de seguridad de la zona; así como la falta de claridad en torno al allanamiento de viviendas de dos policías locales.
La familia dejó entrever que de no mediar respuestas viajarían a La Plata para reunirse con alguna autoridad del Ministerio de Seguridad para “que tome cartas en el asunto”